¿Por qué debemos recuperar el suelo pélvico después de una cesárea?

Hay mucho mitos relacionados con el embarazo, el suelo pélvico y los partos. Uno de los más extendidos es que después de una cesárea no hace falta realizar una recuperación postparto. La justificación de este argumento viene dada porque el bebé no ha nacido por el canal vaginal, sino de forma quirúrgica por el abdomen. Sin embargo estamos ante un claro ERROR y eso es lo que os quiero explicar hoy. 


Durante la gestación el cuerpo sufre una transformación, el útero va creciendo a medida que el feto se desarrolla, este hecho produce un aumento del volumen en la cavidad abdominal y de su peso.

Como somos mamíferos que nos desplazamos en bipedestación, tenemos sobre nuestra cabeza la Fuerza de la Gravedad. Esto supone que nuestros órganos y el bebé tiendan a presionar hacia abajo (dirección pelvis) lo que origina una carga constante hacia la bóveda del suelo pélvico. De este modo todas las embarazadas por el hecho de estarlo, van a recibir una presión “extra” en su suelo pélvico en relación a una mujer no embarazada.

Hay factores que pueden incrementar la presión. Los más significativos son:

  • Pasar mucho tiempo de pie, por ejemplo trabajos de dependientas, peluqueras…
  • Levantar pesos, la carga es asumida por el tronco y por lo tanto por nuestro suelo pélvico.
  • Estar gestando un feto de gran tamaño.
  • Tener una diástasis y/o hernia abdominal, lo cual impide que la faja abdominal trabaje correctamente la sujeción del útero.
  • Ejercicios/movimientos de impacto como correr, saltar, abdominales presivos...

En estos casos la presión puede causar que el bebé se “encaje” en la estructura pélvica días o incluso semanas antes del parto, lo cuál genera un trauma a nuestro suelo pélvico.

Como conclusión, entiendo que el embarazo en sí mismo supone un daño para la musculatura pélvica aunque no hayamos dado a luz por el canal natural. Por esta razón las mamás de cesárea también tienen que realizar una recuperación del suelo pélvico al finalizar la gestación, sobre todo si quieren tener más hijos. Eso sí, la programación de entrenamiento no debe comenzar hasta que no haya una buena cicatrización (normalmente pasados los 2 meses del nacimiento). Es recomendable que nuestra matrona o ginecólogo nos de el visto bueno para volver al entrenamiento.

Elvira Ruiz

Lcd CAFD col 60.500

Directora de Numantium Estudio y Departamento Mamá&Bebé

8 de agosto de 2018
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